La responsabilidad:
Entendida como el acto de otorgar una respuesta
seria al emprender nuestro trabajo, asumiendo
las consecuencias de nuestros actos y
enfrentarlas con actualización, capacitación y
mejora constante.
La honestidad:
Consiste en ser sinceros con nosotros y con las
personas con las que convivimos, construyendo un
marco de transparencia.
El respeto:
Es la forma natural de cómo nos conducimos ante
todas las personas en una actividad racional y
de equidad.
El compromiso:
En la conciencia que debemos contribuir al
desarrollo de nuestra comunidad y a la solución
de problemas.
La lealtad:
Línea de conducta de total apego a los intereses institucionales.